Por primera vez en Chile, una persona recibió una cédula de identidad que no le identifica con un género, algo que considera una victoria para quienes han sufrido discriminación y violencia.
Sentí un gran peso depositado en mis hombros», dijo con una mezcla de nerviosismo e incredulidad, al recibir hace diez días la primera cédula de identidad no binaria del país, que tiene una «X» en lugar de la «F» que identifica al género femenino o la «M» para el masculino.
«Es difícil ser le primere», dijo Cienfuegos a la agencia AFP, quien pide que se refieran a su persona con el pronombre «elle», no previsto por la lengua española, por considerarse «trans no binaria».
Los «no binarios» no se sienten exclusivamente hombre o mujer, sino que se perciben como ambos, una combinación de los dos, o directamente «otres».
«Esta no es una victoria de Shane, es una victoria colectiva» de las personas no binarias, añade Cienfuegos, con su pelo largo y negro, barba, labios pintados de rojo y que lleva un vestido floreado, pañuelo al cuello y sandalias de plataforma.
«Esto les ha dado una ventana de oportunidades que antes no existía en cuanto a la legitimidad de su identidad de género. Hoy pueden generar procesos de inserción en espacios educacionales y laborales», asegura, al explicar la lucha que en su caso significó nueve años de procesos judiciales.