México lleva más de una década buscando salvar de la extinción a la vaquita marina, el cetáceo más pequeño del mundo y que es endémico del estado de Baja California que está en riesgo por las redes de pesca para la caza ilegal de la totoaba, otra especie protegida.
Con el paso de los años, organizaciones civiles y ambientalistas han reportado la disminución del número de ejemplares de vaquita marina, pasando de 245 avistamientos en 2012 a entre siete y 10 en 2022, según las estimaciones.
En medio de este panorama surge la Operación Milagro, un plan entre la organización Sea Shepherd Conservation Society y seis agencias del gobierno mexicano, todos dirigidos por la Secretaría de Marina con un solo propósito: rescatar a la vaquita marina de las redes de pesca ilegal.
«El primer objetivo es identificar las redes de pesca que usa el crimen para la totoaba y así evitar que la vaquita marina quede atrapada y esto les cause la muerte, pues le impide subir a superficie para respirar», puntualiza en entrevista con Expansión Política Pritam Singh, presidente del Consejo de Administración de Sea Shepherd.
«Hoy en día podemos calificar como muy positiva y cercana la relación entre Sea Shepherd y la Secretaría de Marina. El futuro significa que tenemos que esforzarnos más», agrega.
Operación milagro
La vaquita marina figura como especie en peligro de extinción en la lista de especies en categoría de riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT- 2010.
Desde 2015, Sea Shepherd ha trabajado con las autoridades mexicanas y los principales investigadores para proteger a la vaquita marina mediante la prevención y la eliminación de las redes de pesca ilegales dentro del Refugio de la Vaquita, un área reconocida por la UNESCO.
En los últimos siete años, la flota de Sea Shepherd ha retirado más de 1,000 piezas de redes de pesca ilegales del refugio, dando a la vaquita una oportunidad de supervivencia al mismo tiempo en que se protege a la totoaba.